Deje ir a quizá la etapa más importante en mi vida, podría limitar
y evitar el ocio en el lector, pero no provocar bochornos no es mi estilo, así que
obviare parafraseos sobre valorados.
Como:
-Gente maravillosa
-Pasar altos y bajos
-Cerrar ciclos.
Pluma en mano, papel listo y a medio uso, me predispongo a
relatar la belleza infame del taita Cotopaxi.
Es muy astuto, sabe atrapar y no dejar ir a todo aquel que
sienta que es de su dominio, me atrevería a decir que es un tanto egoísta. Se
presenta de manera suspicaz, imponiéndose ante ti, majestuoso, sabe que en
antaño represento los miedos y las esperanzas de los que nos antecedieron, es
el junto con innumerables monaguillos que lo ayudan a enaltecer su ego y
enlazarte de manera instantánea.
Trate de prescindir de él, un par de veces, pero es más fácil
dejarse seducir por aquellos matices cambiantes e inestables.
A veces la niebla se apiadaba de mí y se dejaba caer
alrededor de mi morada haciéndolo imperceptible a mi negligente necesidad de divisarlo , hasta en eso encontraba belleza
, a veces la luz emanante de la luna colisiona con su silueta (era mi estado
favorito) , a veces el vestía totalmente de blanco , quizá mofándose del
puritanismo que se le atribuye , a veces se muestra desnudo como el rey del
nepotismo , dando favoritismo a la nada , a veces la zona terrosa que lo
recubre se torna rojiza , a veces hay variaciones de verde en su periferia esta
contrasta a la perfección con su extravagante velo blanco .
Las tardes en la pradera, el frió paralizante te adormece
los dedos y los sentidos. Y así él te seduce y te atrapa.
Bueno, no queda más que agradecer por :
Los rostros que vi
Las miradas que coleccione
Los apretones de manos
Los abrazos que se esparcieron
El cumbrista molesto
El zorro travieso
El colibrí perdido
El curiquingue confianzudo
Su contra parte el venado temeroso
La lechuza chismosa
Los centenares de conejos curiosos
Los intrusos en la cocina, disfrazados con crampones picos y
botas de montaña
Maldiciones y carreras nocturnas
Conflictos ajenos al ambiente y propios del humano
Los balbuceos en la radio
A los que me ayudaron
A los que acolité
Al nacional
Al extranjero
A los que se quedaron
A los que se marcharon
A los que sonríen, a los que lloran, a los que preguntan, a
los que callan y se mofan
A los que enseñan, a los que aprenden
Las lenguas que escuche
Los gestos que entendí
Los gritos en la montaña
Los silencios, sobre todo los silencios
Las realidades alternas
Las verdades sonámbulas
Las perspectivas trastornadas (sobre todo la mía)
El cambio innegable
El amor a lo bueno lo malo
A lo apacíguable
A lo desesperante
Amor a lo dañino
La mofa al miedo, la burla al hombre, lo imperceptible de
los géneros
El cambio de paradigmas
El cambio de problemas
Cambio de visión
¡GRACIAS TAITA!
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