No suelo tratar estos temas .


Estoy agotada.
¿Sabes?
Agotada, hastiada. Cansada de crear monólogos internos en tu nombre;
Se levanta el telón, estoy angustiada, el pavor se apodera de mí, el público, se limita a un ser pálido, con mirada penetrante, te acusa, por existir, cual bufón mis movimientos son torpes, mi negación es el acto principal, te mofas de la decadencia de mi performance.
El público aplaude.
 Creo situaciones desfavorables, las vivo, las transcribo, las danzo, interpretándolas de la manera más burda, tonta y juguetona.
Decaigo 
Todo, tooooodo, frente a ti. Siempre neutral y de sonrisa burlesca, te acercas, me levantas, ríes.
¿no es suficiente?
Estoy perdiendo el juicio.
¡Ah¡
Agotada y demente .
Es estúpido crear infiernos internos en nombre de alguien a quien ni siquiera tuve la dicha de oler o palpar, soy estúpida. Lo afirmo lo llevo a la perpetuidad, lo presumo no me interesa.
¡Mirad!
Aquella que presume su intelecto, aquella que se mofa de la dependencia, se proclama estúpida.
A veces el llanto brota solo, sarcástico, maldito. Maldita tu relevancia en mí, malditas tus pupilas, malditas las palmas de tus manos, malditos los espejismos callejeros que me atacan simulando ser tú, maldita mi realidad que ya no se concibe sin evadirla, sin ti.
Dime.
¿Claudico ya?
Quizá tu no te expreses textualmente, pero….
¡Yo sí!
Perdí la vergüenza ante tu ser (mas humillada no puedo estar), quiero verte, saborear tu tez, apretar tus miserias, escupir tu semblante, acariciar tus poros, matar tus mofas.
Y luego.
¿Qué?
Escribir otro monologo. Danzar, cantar, recitar, ser;
Tu ramera o mejor una virgen, una tonta, una erudita, ignorante, fotógrafa, exhibicionista, hueca, intelectual, trastornada, caminante, viajera.
Todo frente a ti, caigo, me derrumbo, me observas, ríes (en el transcurso de esta nota he hecho esto tres veces).
Baile, te sentí, te suplique y me derrumbe. Es el eco de mi ocio.
¡NECESITO OCUPARME YA!
No quiero tener más horas huecas para dedicarte.
Te envidio, envidio tu paz, tu neutralidad, tu desinterés. Dichoso tú, desdichada yo, que no sé cómo lidiar con esto.
¿estoy mutando?
¿me estas acabando?
De algo estoy segura, estoy cansada, inestable, muerta en vida, resucito al recibir un corto mensaje soez, una muestra de desinterés, con suerte el deleite visual de tu rostro
 ¡Maldita sea!
 Una, aunque sea una muestra de desdén.   Soy un ser miserable, aun mas al reprocharme por no tomar el primer transporte, que me lleve, que me saque del limbo, que me lleve a los más hondo de mis deseos y acabe con esto o quizá lo vuelva más agotador, más efímero, más doloroso.
Cierro el telón, te pones de pie, aplaudes irónico, huyes, hago reverencia.
 De algo estoy segura.
No volveré a Perú y es la última vez que hablo de vos .
-Trouble

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